Desde que nacemos y empezamos a caminar, se desarrolla una conexión entre el oído y el cuerpo que nos permite movernos en balance. Esta cualidad natural que nos posibilita una movilidad sin esfuerzo y tensiones va perdiéndose con el tiempo por patrones de pensamiento y hábitos aprendidos.
La escucha, tan importante en el arte musical, pasa muchas veces a un segundo plano. En muchas ocasiones vemos – y no escuchamos – músicos haciendo gestos musicales que relacionamos con emociones pero que no se trasladan al sonido. Una consecuencia más de vivir en un mundo cada vez más visual.
Resonancia no se centra tanto en mostrar al cuerpo cómo moverse, ni trata de coreografiar nuestros movimientos sino de reaprender a confiar en la naturalidad de estos. Esta práctica parte del sonido y la integración innata del movimiento, pues el foco de un músico debe estar en la música y en poder trasladar al público la emoción tal y como la siente.
Resonancia es una práctica que integra sonido y movimiento. Es un enfoque en la pedagogía musical desde una nueva perspectiva dirigida a músicos de cualquier estilo musical y nivel y a profesionales de la voz como actores y comunicadores.